El ingente tamaño de mercado de India y China sitúa a ambas economías entre las más importantes del planeta. Hace ya algunos años, China alcanzó la primera posición por volumen de PIB (en 2016: 21.417MM$ - PIBppa precios actuales, datos del BM), basando su crecimiento en su gran capacidad de producción y excelso superávit comercial. India (8.703MM$) ha crecido más lentamente, está situada en tercera posición tras Estados Unidos (18.569MM$), no obstante, ¿mantendrá China su supremacía económica?
Si analizamos la evolución de la tasa anual de crecimiento del PIB, podemos confirmar el rápido crecimiento que alcanzó China durante los últimos 20 años del siglo pasado, no obstante, la tendencia que ha seguido desde entonces marca una línea claramente descendente que choca con la evolución de la economía India, quién aún con menores tasas de crecimiento muestra una tendencia claramente ascendente y previsiblemente, según estima el FMI, India crecerá más rápido que China a partir de 2020.
Sin embargo, ¿se traducirá la mayor tasa de crecimiento indio en una consolidación de su riqueza y superará a China como mayor economía mundial? Algunos indicadores pueden ofrecer perspectivas positivas a esta cuestión. Por ejemplo, el comportamiento de la deuda pública muestra una tendencia decreciente en India y de rápido crecimiento en China.
El riesgo de mayor endeudamiento en China puede afectar gravemente a uno de los pilares más importantes de su crecimiento, el tremendo superávit de su cuenta corriente. También hay que tener en cuenta la elevada interconexión de las economías existente en nuestros días, el aumento de la deuda genera mayor volatilidad y por tanto, mayor incertidumbre. Adicionalmente, la evolución del tipo de interés también ofrece perspectivas positivas para India ya que ha mostrado una tendencia decreciente, al contrario que en China, lo que permitiría avanzar una mayor estabilidad a largo plazo de la economía India.
Finalmente, otro argumento positivo para India es la evolución del índice de deflación del PIB. Aunque India parte de mayores incrementos en los precios, su volatilidad es inferior a la mostrada por la economía china y también muestra una tendencia decreciente que pronostica una mayor estabilidad y control de los precios en India a medio y largo plazo.
El comportamiento de todas estas variables ofrece buenas perspectivas a India respecto a China, pero la incertidumbre aún se mantiene y no es seguro pronosticar que su positiva evolución permitirá asegurar una consolidación de la riqueza en India y así convertirse en la mayor economía del planeta. En este sentido, la evolución de la moneda es un indicador que muestra la debilidad de la economía India. La fuerte presión que sufre China de las economías internacionales para revaluar su moneda y equilibrar su tipo de cambio también es previsible que lo sufra India, cuyo gobierno ha permitido una continua depreciación a fin de ganar en competitividad en los mercados internacionales y reducir su enorme déficit comercial, además de intentar reducir el peso de la deuda que, entre otros factores, dicho déficit ha generado. El comportamiento de la rupia muestra la vulnerabilidad real que sufre la economía India y que sin lugar a dudas será un lastre para ganar la posición de liderazgo en cuanto a términos de PIB mundial se refiere.
Tras el análisis de las variables puramente macroeconómicas, que pueden dar algo de luz a los gobernantes indios más optimistas, el análisis de otros indicadores de desarrollo e institucionales no permiten serlo tanto. En primer lugar, el Índice de Desarrollo Humano muestra un importante crecimiento en ambos países durante los últimos años, no obstante, China ha aumentado su diferencia respecto a India en ese periodo de tiempo.
Otros dos indicadores relevantes en estos aspectos son el Índice de Competitividad Global y el Ranking Doing Business, donde claramente se aprecia que la economía china muestra un mejor clima para los negocios.
El Índice de Competitividad Global muestra un mejor comportamiento de la economía china en todas sus variables excepto en los factores de innovación y sofisticación, donde India es levemente superior. Aunque este elemento es importante para fijar las bases del crecimiento económico, no verse acompañado de otras variables como la educación, capacitación y la maduración tecnológica reducen las expectativas indias. En cuanto al indicador Doing Business, las posiciones más alejadas del centro del gráfico sitúan a India en un ranking muy bajo en términos comparativos con otras economías y particularmente con China, sólo la protección a los inversionistas minoritarios y el mayor acceso a crédito ofrecen una ventaja competitiva.
Por último, en términos de Gobernanza, si podemos hablar de mayores niveles de democracia en India que en China, la participación de la ciudadanía y el imperio de la ley han sido indicadores tremendamente superiores en India que en China. Otros elementos, como la efectividad del gobierno, estabilidad política, el control de la corrupción y la calidad regulatoria muestran comportamientos similares, aunque ligeramente superiores para China.
Fuente: The Worldwide Governance Indicators
En conclusión, no es previsible que a corto o medio plazo India supere a China como mayor economía mundial en términos de PIB. Los indicadores que incluyen componentes sociales pueden acelerar las perspectivas negativas de la economía china, la inversión en cuestiones sociales será uno de los principales retos de los gobernantes chinos con el objetivo de aumentar la estabilidad y la percepción de democracia en el país. No obstante, el esfuerzo chino en consolidar su crecimiento ha sido muy importante y aunque el análisis de sus principales variables macroeconómicas muestran una debilidad en el crecimiento de su economía, el margen para superar estas adversidades es elevado y el potencial sigue siendo muy alto.
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